La sal
La sal común o sal de mesa, conocida popularmente como sal, es un tipo de sal denominada cloruro sódico (o cloruro de sodio), cuya fórmula química es NaCl. Existen tres tipos de sal común, según su procedencia: la sal marina y la de manantial, que se obtienen por evaporación; la sal gema, que procede de la extracción minera de una roca mineral denominada halita, y la sal vegetal, que se obtiene por concentración, al hervir una planta gramínea (método también utilizado para la obtención de azúcar a partir de otra planta gramínea) que crece en el desierto de Kalahari.
Historia
La ubicación de depósitos de sal tuvo especial relevancia en los emplazamientos definitivos de los asentamientos humanos primitivos, debido a que su consumo no solo es una necesidad humana, sino que permite además conservar los alimentos y prolongar su vida comestible. Una de las primeras culturas en las que se documentó el uso y la extracción de la sal es la china (desde el siglo XXVII a. c).
Usos
- Flores naturales. Manténlas frescas más tiempo añadiendo una pizca de cloruro de sodio al agua del florero.
- Controla malezas de jardín: Esparce sal en grietas del piso o espacios de la acera donde crezcan malas hierbas.
- Apaga incendios aceitosos: Si en el horno o cocina se encienden llamaradas de grasa, echa pizcas del mineral al fuego para controlar las llamas.
- Retira hielo de aceras y calzadas: Espolvorea sal en pisos exteriores para disminuir la cantidad de hielo-nieve acumulada y evitar que se pegue al piso.
- Repele hormiga: Para alejar hormigas de tu casa, espolvorea sal en la entrada, bajo puertas, alrededor de ventanas y en toda zona donde suelan aparecer.
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